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FUNCIONAMIENTO DE LA MINA DE VALBORRAS

Los ingenieros alemanes rehabilitaron las instalaciones que ya existían, y las ampliaron con la más moderna tecnología.
Estructuraron la explotación minera en tres zonas: un poblado, la zona industrial y la mina.

La mina en sí tenía seis niveles. Se explotaba de manera subterránea, con un método de cámaras y pilares y el arranque del mineral se hacía con la perforación y la voladura.


El wolframio se obtenía en bruto, se molía y, por un proceso de decantación en un moderno lavadero, se filtraba hasta que sólo quedaba el “oro negro” aliado con arsénico, trabajo realizado principalmente por mujeres.

Se calcula que en la época de mayor explotación llegaron a trabajar más de mil personas, principalmente gente de la comarca de Valdeorras y la Cabrera. 

Los alemanes pagaban casi cuatro veces más que el precio oficial. Así que se convirtió en el modo de vida de muchos lugareños en la época de hambruna post-guerra civil. 

 

Se llegó a construir un pequeño salto hidroeléctrico de agua para producir energía por lo que en los años 40 en la mina ya había electricidad.
Para transportar la maquinaría se construye una carretera de 24 km en el margen derecho del río Casaio que facilita la comunicación de las poblaciones de Casaio, Viladequinta, A Portela y O Trigal. 

 

La explotación del wolframio y la industria que surgió a su alrededor cambiaron totalmente el paisaje de una zona rural aislada de Galicia, con todo tipo de edificaciones y adelantos tecnológicos. 

 

Imagen del fondo: Funcionamiento de la mina. Fuente: Eldiario.es

Imagen: Boca de la Mina 2016 Fuente: Periódico digital Leonoticias

Imagen: Galería de la Mina 1944 Fuente: Documento

Imagen: Maquinaria  de la Mina 2000 Fuente: MTI Minas Galicia

Imagen: Interior del edificio principal 2020 Fuente: Wikiloc

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