EL ESTRAPERLO DEL WOLFRAMIO
La “Batalla del Wolframio” es lo que oficialmente se conoce como la pelea mantenida entre la Alemania Nazi y los Aliados para hacerse con el control de este mineral estratégico y en la que España o Portugal (como países “oficialmente” neutrales) eran abastecedores.
A nivel de los trabajadores surgió la “fiebre del wolframio” aludiendo a la cantidad de personas que se dirigían a las minas para tratar de ganarse la vida o subsistir en un período de miseria.
Y como consecuencia, surgieron también los buscadores y vendedores ilegales de dicho mineral, dando lugar a lo que se denomina “estraperlo”.
Hay que tener en cuenta que el valor que alcanzó el wolframio durante los años de la guerra permitió al Banco de España recuperar parte de sus fondos y saldar su deuda con Alemania.
En este negocio tan lucrativo todos querían sacar beneficio, surgiendo mafias del wolframio que comercializaban el mineral paralelamente al mercado oficial.
Esta economía sumergida ayudó a muchas familias ya que con la venta de pequeñas cantidades podía mantenerse durante meses.
Eran los propios mineros y mineras los que escondían pequeñas cantidades y luego de noche volvían a recuperarlas, o buscaban el wolframio en zonas sin explotar o en las propias minas custodiadas por la Guardia Civil, que muchas veces "hacían la vista gorda".
Otras veces eran enlaces externos: trabajadores de actividades auxiliares, sus familias o vecinos de la zona que acudían a la mina y lo sacaban del yacimiento.
Una de las características del pequeño estraperlo en el rural gallego fue el protagonismo de la mujer y la implicación del grupo familiar o de vecindad para poder ejercerlo con cierta seguridad.
Imagen del fondo: Restos de la Mina de Valborraz. Fuente: Sputnik Labrego